Capítulo 1 parte 3
—Agh, agh…
Radan presionó su corazón que estaba a punto de salirse de su pecho.
Dejó de correr y contuvo la respiración por un rato, y luego su respiración mejoró gradualmente.
—Hoo…
Radan se agazapó bajo la pared roja.
La piel que fue desgarrada por el látigo hace un rato ahora estaba adolorida.
—Tengo que... huir.
Radan se acurrucó debajo de la pared roja.
Su piel que fue rasgada por el látigo todavía dolía.
Sus piernas, que se habían desplomado, se negaron a escuchar más.
—Ahora, cuando… El cuerpo… Sea encontrado…
Radan levantó su mano temblorosa y la obligó a tocar el suelo.
Su cuerpo temblaba.
Luego, recordó la mano grande y cálida que sostuvo su cuerpo cuando tropezó.
—Leshak… Él es el príncipe.
Hasta donde él sabía, solo había una persona en el Imperio que se llamaba Su Majestad.
El calor del cuerpo que permaneció en la piel de Radan ató sus pies como si estuvieran encadenados.
—Oh, no.
Radan agarró su cabeza y se acunó como un niño.
La voz de la persona que envió a Radan a ese lugar permaneció en su cabeza.
Parecía hablarle…
'¡Es el Príncipe Leshak! No importa a cuántos mates, la guerra no terminará. ¡Debes matar a Leshak! Si tienes la oportunidad, ¡hazlo!'
El rostro de Radan estaba distorsionado.
Quería tirar todo lo que sucedió hoy, limpiamente más allá del olvido.
En su mente persistieron las dulces palabras del Príncipe Leshak, diciendo que le daría otra vida si la quería.
¡Pero era un deseo imposible!
La próxima reunión entre Radan y el Príncipe Leshak ya estaba programada.